jueves, 26 de febrero de 2015

¿QUIÉN HABLA EN NOMBRE DE LA TIERRA? LA CONTROVERSIA SOBRE LA MENSAJERÍA INTERESTELAR

Texto original: Paul Patton, Who Speaks for Earth? The Controversy over Interstellar Messaging, universetoday.com, February 19, 2015 - Trad. cast. de Andrés Salvador

¿Quién habla en nombre de la Tierra? La controversia sobre la Mensajería Interestelar 
por Paul Patton

La prospectiva de una invasión alienígena ha enviado escalofríos por las espinas de los fans de la ciencia ficción desde que H. G. Wells publicó su clásico "La guerra de los mundos" en 1897. Basándose en la ciencia de su tiempo, Wells imaginó Marte como un árido mundo moribundo, cuya habitantes codiciaban la exuberante Tierra azul. Aunque los opositores del METI rara vez invocan explícitamente el fantasma de la invasión extraterrestre, algunos hacen creer que hay que tener en cuenta la posibilidad de que los extraterrestres pueden significar un peligro para nosotros. La ilustración de la novela de Wells muestra una máquina de combate Marciana atacar el buque de guerra británico HMS Thunderchild. (Crédito: Henrique Alvim Correa, 1906, para la novela "La guerra de los mundos") - Crédito: universetoday

¿Debemos destellar [=beam] mensajes en el espacio profundo, anunciando nuestra presencia a cualquier civilizacion extraterrestres que pudieran estar allí fuera? O, ¿deberíamos simplemente escuchar? Desde los inicios de la moderna Search for Extraterrestrial Intelligence [=Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre] (SETI), los radio astrónomos tienen, en su mayor parte, seguida la estrategia de escucha.

En 1999, ese consenso se hizo añicos. Sin consultar con otros miembros de la comunidad de científicos envueltos en SETI, un equipo de radio astrónomos en el Evpatoria Radar Telescope en Crimea, liderado por Alexander Zaitsev, destellaron [=beamed] un mensaje interestelar llamado ‘Cosmic Call’ [= Llamada Cósmica] a cuatro estrellas cercanas similares al Sol. El proyecto fue financiado por una empresa estadounidense llamada Team Encounter y usó ingresos obtenidos por permitir a miembros del público en general a presentar textos e imágenes para el mensaje a cambio de una tarifa.

Transmisiones adicionales similares fueron hechas de Evpatoria en 2001, 2003 y 2008. En total, las transmisiones fueron enviados hacia veinte estrellas dentro de menos de 100 años luz del sol. La nueva estrategia fue llamada Messaging to Extraterrestrial Intelligence [=Mensajería para Inteligencia Extraterrestre] (METI). Aunque Zaitsev no fue el primero en transmitir un mensaje interestelar, él y sus asociados fueron los primeros en transmitir sistemáticamente a las estrellas cercanas. El telescopio radar [=radar telescope] de 70 metros en Evpatoria es el segundo mayor telescopio radar en el mundo.

Como consecuencia de las transmisiones de Evpatoria un número de pequeñas estaciones antiguas  de seguimiento e investigación de la NASA colecta ingresos por hacer transmisiones METI como trucos publicitarios comercialmente financiados. Estos incluyen una transmisión en el lenguaje de ficción Klingon de Star Trek para promover el estreno [=premier] de una ópera, un comercial de Doritos, y la totalidad de la remake del 2008 de la película de ciencia ficción clásica “The Day the Earth Stood Still” [=El día que la Tierra se detuvo]. Las especificaciones de estas señales comerciales no se han hecho públicas, pero ellas eran muy probablemente demasiado débiles para ser detectable a distancias interestelares con instrumentos comparables a los poseídos por humanos.

Las acciones de Zaitsev provocaron una divisiva controversia entre la comunidad de científicos y scholars interesados en el campo. Los dos lados del debate se enfrentaron [=faced off] en un reciente número especial de el Journal of the British Interplanetary Society [=Revista de la Sociedad Interplanetaria Británica], resultante de un debate en vivo sponsoreado en 2010 por la Royal Society [=Real Sociedad] en Buckinghamshire, norte de Londres, Inglaterra.

Alexander L. Zaitsev - Jefe científico del Instituto de Radio
 Ingenieria y Electrónica de la Academia Rusa de Ciencias
 y cabeza del grupo que transmitió mensajes interestelares 
usando el Evpatoria Planetary Radar telescope  (credit:
Rumin)  - Crédito: universetoday
El SETI moderno tiene su inicio en 1959, cuando los astrofísicos Giuseppe Cocconi y Philip Morrison publicaron un paper en la prestigiosa revista científica Nature, en el que se demostró que los radiotelescopios de ese tiempo eran capaces de recibir señales transmitidas por similares contrapartes a la distancia de estrellas cercanas. Pocos meses después, el radioastrónomo Frank Drake de radio volvió un plato de radio telescopio de 85 pies de  hacia dos estrellas cercanas similares al Sol y condujo el Proyecto Ozma, el primer experimento de escucha SETI escucha. Morrison, Drake, y el joven Carl Sagan suponian que las civilizaciones extraterrestres podrían "hacer el trabajo pesado" de establecer poderosas y costosas radiobalizas anunciando su presencia. Los Humanos, como los recién llegados cósmicos que acababan de inventar radiotelescopios, deben buscar y escuchar. No hubo necesidad de tomar el riesgo, aunque sea pequeño, de revelar nuestra presencia a los potencialmente hostiles alienigenas.

Drake y Sagan se entregaron a una aparente excepción a su propia moratoria. En 1974, la pareja ideó un breve mensaje de 1679 bits que se transmitió desde el gigante Arecibo Radar Telescope en Puerto Rico. Pero la transmisión no fue un intento serio de mensajería interestelar. Por intención, se dirige a un grupo de estrellas muy distantes a 25.000 años luz de distancia. Ello meramente sirvió para demostrar las nuevas capacidades del telescopio en una ceremonia de reinauguración después de una actualización importante.

En la década de 1980 y de 90 investigadores de SETI y scholars intentaron formular un conjunto de reglas informales para la conducción de sus investigaciones. El Primer Protocolo SETI especifica que cualquier respuesta a un mensaje extraterrestre confirmado debe estar precedida de consultas internacionales, y un acuerdo sobre el contenido de la respuesta. El quedó en silencio sobre el tema de transmisiones enviadas antes del descubrimiento de una señal extraterrestre.

 David Brin- Científico espacial, consultor
futurista,  y escritor de ciencia ficción
(crédito: Glogger) - Crédito: universetoday
Un Segundo Protocolo SETI debía abordar la cuestión, pero, en algún lugar a lo largo del camino, los críticos denunciaron [=charge], algo salió mal. David Brin, un científico espacial, consultor futurista, y escritor de ciencia ficción fue un participante en la discusión del protocolo. El denunció [=charged] que "la discusión colegiada empezó a desmoronarse" y "alteraciones drásticas de tempranos consensos acordados eran aprobadas sin detenerse a pensar [=rubber stamped], con el objetivo evidente de remover de todos los obstáculos del camino de los que persiguen METI".

Brin acusa al "núcleo de la comunidad que se agrupa alrededor del SETI Institute en Silicon Valley, California", incluyendo a los astrónomos Jill Tartar y Seth Shostak  de "correr [=running] interferencias para permitir a otros alrededor del mundo- como el radio astrónomo ruso Dr. Alexander Zaitsev" a participar en los esfuerzos METI. Shostak lo niega y afirma que simplemente no ve criterios claros para regular dichas transmisiones.

Brin, junto con Michael A. G. Michaud, un ex Funcionario del Servicio Exterior y diplomático estadounidense que presidió el comité que formuló el primer y segundo protocolo, y John Billingham, el ex jefe del esfuerzo SETI de corta vida de la NASA, resignó sus membresias en los comités relacionados con  SETI para protestar las alteraciones en el segundo protocolo.

Los fundadores de SETI sintieron que la inteligencia extraterrestre es probable que sea benigna. Carl Sagan especuló que las extraterrestrial civilizations [=civilizaciones extraterrestres] (ETCs) más antiguas que la nuestra, bajo la presión de la necesidad, se convirtieron en pacíficas y responsables con el medio ambiente, porque los que no se auto-destruyeron. Los extraterrestres, se supone, se dedicarían a la mensajería interestelar debido a un deseo de compartir sus conocimientos y aprender de los demás. Ellos suponían que las ETCs establecerían potentes faros omnidireccionales con el fin de ayudar a otros en la búsqueda de ellos y unirse a una red de comunicaciones, que podría abarcar la galaxia. La mayoría de las búsquedas SETI han sido optimizadas para la detección de tales balizas estables que transmiten constantemente.

Durante los cincuenta años desde el inicio de SETI, las búsquedas han sido esporádicas y plagadas con constantes problemas de financiación. El espacio de posibles direcciones, frecuencias y las estrategias de codificación  apenas solo ha sido muestreada hasta aquí. Aún así, David Brin sostiene que áreas enteras de posibilidades han sido eliminadas "incluyendo balizas de tutorias llamativas que ETCs avanzadas harían supuestamente erigir, vociferando [=blaring] ideas útiles para ayudar a todos los recién llegados a lo largo de rocosos senderos". La ausencia de evidencia obvia, fácilmente detectable de inteligencia extraterrestre ha llevado a algunos a hablar de el “Great Silence” [=Gran Silencio]. Algo, nota Brin, "ha mantenido la prevalencia y la visibilidad de los ETCs abajo de nuestro umbral de observación". Si civilizaciones alienígenas están siendo quietas, ¿podría ser que ellos sepan algo que nosotros no sabemos acerca de algún peligro?

Alexander Zaitsev piensa que esos temores son infundados, pero que otras civilizaciones podría sufrir de la misma reluctancia a transmitir que él ve como plagando a la humanidad. La humanidad, el piensa, debe romper el silencio mediante la transmisión de mensajes a sus posibles vecinos. Él compara la situación actual de la humanidad a la de un hombre atrapado en una celda de prisión de un solo hombre. "Nosotros", escribe "no queremos vivir en un capullo, en una ‘celda de un solo hombre’, sin ningún derecho para enviar un mensaje afuera, porque esa vida no es INTERESANTE! Civilizaciones forzadas a esconderse y temblar debido a temores inverosímiles están condenados a la extinción". Señala que en los ‘60’ el astrónomo de Sebastián von Hoerner especuló que las civilizaciones que no se dedican a la comunicación interestelar eventualmente declinan por la "pérdida de interés".

Críticos de METI sostienen que la cuestión de si enviar o no transmisiones interestelares poderosas, específicas, estrictamente destelladas, y lo que el contenido de esas transmisiones debería ser necesita ser el objeto de un amplio debate internacional y público. Hasta que tal discusión haya tenido lugar, quieren una moratoria temporaria a dichas transmisiones.

 Seth Shostak - Radioastrónomo del Instituto SETI 
(crédito: BD Engler) - Crédito: universetoday
Por otro lado, el radio astrónomo del SETI Institute Seth Shostak piensa que esas deliberaciones no tendrían sentido. Las señales ya fugan en el espacio de la transmisión de radio y televisión, y de radares civiles y militares. Aunque estas señales son demasiado débiles para ser detectadas a distancias interestelares con la tecnología humana actual, Shostak afirma que con el rápido crecimiento de la tecnología de radiotelescopio, ETCs con tecnología aun a pocos siglos por adelante de la nuestra podrían detectar esta fuga de radio. Billingham y Benford cuentan que para recoger la energía suficiente para sintonizar en tales fugas; se necesitaría una antena con una área de superficie de más de 20.000 kilómetros cuadrados. Esto es más grande que la ciudad de Chicago. Si los humanos trataran de construir un telescopio de este tipo con la tecnología actual costaría 60 trillones de dólares.

Shostak argumenta que exóticas posibilidades podrían estar disponibles para una sociedad tecnológicamente muy avanzada. Si un telescopio se colocara a una distancia de 550 veces la distancia de la Tierra al sol, estaría en condiciones de utilizar el campo gravitacional del sol como una lente gigantesca. Esto le daría un área efectiva de colección vastamente más grande que la ciudad de Chicago, de forma gratuita. Si los extraterrestres avanzados hacen uso del campo gravitacional de su estrella en esta manera, Shostak mantiene "que les daría la capacidad de observar muchas variedades de transmisiones terrestres, y en lo óptico ellos tendrían una sensibilidad adecuada para recoger el resplandor de las lámparas de la calle". Incluso Brin reconoció que esta idea era "intrigante".

Civilizaciones en posición de hacernos daño potencial mediante viajes interestelares, afirma Shostak, sería necesariamente tecnológicamente avanzada lo suficiente para tener esas capacidades. "No podemos pretender que nuestro nivel actual de actividad con respecto a la difusión o el uso de radar es ‘seguro’. Si existe peligro, ya estamos vulnerables", concluye. Sin medios claros para decir lo que los extraterrestres pueden o no pueden detectar, Shostak siente que la comunidad SETI no tiene nada concreto para contribuir a la regulación de las radio transmisiones .

¿Podrían los extraterrestres hacernos daño? En 1897 H. G. Wells publicó su clásico de ciencia ficción "La Guerra de los Mundos" en el que la Tierra fue invadida por Marcianos huyendo de su árido mundo moribundo. Además de ser científicamente plausible en términos de su tiempo, la novela de Wells tenía un mensaje político. Un oponente del colonialismo británico, que quería que sus compatriotas imaginaran que como era el imperialismo desde el otro lado. Los cuentos de invasión extraterrestre han sido un elemento básico de la ciencia ficción desde entonces. Algunos siguen considerando colonialismo Europeo como un posible modelo de cómo los extraterrestres podrían tratar la humanidad. El eminente físico Steven Hawking piensa que civilizaciones muy avanzadas podrían haber dominado el viaje interestelar. Hawking advirtió que "Si los extraterrestres nos visitan, el resultado sería tanto como cuando Colón desembarcó en América, que no resultó bien para los Nativos Americanos".

Aunque desestimando los temores de Hawking de una invasión alienígena  como una "especulación improbable", David Brin señala que el viaje interestelar por pequeñas sondas automatizadas es bastante factible, y que dicha sonda podría potencialmente hacernos daño a nosotros de muchas maneras. Podría, por ejemplo, dirigir un asteroide en curso de colisión con la Tierra. Un relativamente pequeño proyectil que viaja a una décima parte de la velocidad de la luz podría causar un daño terrible por simplemente colisionar con nuestro planeta. "La lista de escenarios improbables, pero físicamente muy posibles es muy larga", advierte.

El diplomático Michael Michaud advierte que "Todos podemos entender la frustración de no encontrar ninguna señal después de cincuenta años de búsqueda intermitente", pero "La impaciencia con la búsqueda no es una justificación suficiente para la introducción de un nuevo nivel de riesgo potencial para nuestra especie entera".

Los críticos de METI David Brin, James Benford, y James Billingham piensan que la actual falta de resultados de SETI garantiza un tipo diferente de respuesta de METI. Ellos piden una reevaluación de la estrategia de búsqueda. Desde el principio, los investigadores de SETI han asumido que los extraterrestres utilizan balizas estables que transmiten constantemente en todas direcciones para atraer nuestra atención. Estudios recientes de la propagación de radio interestelar y la economía de señalización muestran que tal faro, que tendría que operar en una vasta escala de tiempo, no es una eficiente manera de señalar.

En cambio, una civilización extraterrestre podría compilar una lista de mundos potencialmente habitables en su vecindario y enfocar un estrecho destello de señal en cada miembro de la lista en sucesión. Tales breves mensajes "ping" [=señal - alerta] pueden ser repetidos, en secuencia, una vez al año, una vez en la década, o una vez al milenio. Benford y Billingham señalan que la mayoría de las búsquedas SETI se perderia este tipo de señal.

 El conjunto de telescopios Allen del SETI Institute, por ejemplo, está diseñado para apuntar  estrechas áreas [=patches] del cielo (como el espacio alrededor de una estrella similar al Sol) y buscar esas áreas en secuencia, por la presencia de  balizas transmitiendo continuamente. Se perderia una señal transitoria "ping", porque sería poco probable que se estuviera mirando en el lugar correcto en el momento adecuado. Irónicamente, los mensajes de Evpatoria, transmitidas por menos de un día, son ejemplos de este tipo de señales transitorias.

Benford y Billingham proponen la construcción de un nuevo conjunto de radio telescopios diseñado para monitorear constantemente el plano galáctico (donde las estrellas son más abundantes) para señales transitorias. Tal conjunto de telescopios, estiman, costaría unos 12 millones de dólares, mientras que un serio, sostenido programa METI costaría billones.

La controversia METI continúa. El 13 de Febrero, los dos campos debatieron entre sí en la conferencia de la American Association for the Advancement of Science en San José, California. En esa conferencia David Brin, comentó: "Es un área donde las opiniones reglan [=rules], y cada uno tiene una opinión feroz". A raíz de la reunión de un grupo de 28 científicos, scholars y líderes de negocios emitieron un comunicado que "Sentimos que la decisión de si se transmite o no debe basarse en un consenso a nivel mundial, y no una decisión basada en los deseos de unos pocos las personas con acceso a equipos de comunicaciones de gran alcance ".

Referencias y lecturas adicionales:

J. Benford, J. Billingham, D. Brin, S. Dumas, M. Michaud, S. Shostak, A. Zaitsev, (2014) Messaging to Extraterrestrial Intelligence special section, Journal of the British Interplanetary Society, 67, p. 5-43.

The SETI Institute

D. Brin, Shouting at the cosmos: How SETI has taken a worrisome turn into dangerous territory.

F. Cain (2013) How could we find aliens? The search for extraterrestrial intelligence (SETI), Universe Today.

E. Hand (2015), Researchers call for interstellar messages to alien civilizations, Science Insider, Science Magazine.

P. Patton (2014) Communicating across the cosmos, Part 1: Shouting into the darkness, Part 2: Petabytes from the Stars, Part 3: Bridging the Vast Gulf, Part 4: Quest for a Rosetta Stone, Universe Today.

Nota Traducción castellana de Andrés Salvador (sujeta a revisión). Las notas entre corchetes son del traductor.

Fuente Paul Patton, Who Speaks for Earth? The Controversy over Interstellar Messaging, universetoday.com, February 19, 2015 - Trad. cast. de Andrés Salvador

http://www.universetoday.com/119055/who-speaks-for-earth-the-controversy-over-interstellar-messaging/