"Huso: Tipo de OVNI de forma cilíndrica y extremos romos. Según diversos avistamientos, su longitud varía de entre pocos metros a más de un kilómetro, siendo en este último caso clasificado como “naves nodriza”."** Crédito: La Exuberancia de Hades |
El
fenómeno OVNI, ya sea en lo que podemos considerar como la era moderna de los
avistamientos, aquella que comienza con Keneth Arnold en 1947, como en sus
manifestaciones más antiguas, prolijamente enumeradas por Jacques Vallé o
aquellas que traen a la palestra (cuando no las crean) los autores que pululan
en la actualidad con la temática del antiguo astronauta, ha sido susceptible de
diversos matices que han llegado a hacerla harto compleja, y por qué no, hasta
pintoresca: muchas veces el fenómeno ha contado con elementos que bien podrían
inspirar historias de ciencia ficción, o tecnologías venideras, tal el caso de
los vehículos aéreos no tripulados, conocidos hoy en día como "drones".
Pero es más en la era contemporánea de los avistamientos que se puede hablar
dentro de las estimables precisiones, y describir la presencia de estas sondas
de exploración dentro de un contexto estrictamente tecnológico, e inferir una
posible función de tales vehículos respecto de una "nave madre".
En una entrada anterior hablaba de la zona del río Corriente, rica en casuística
de avistamientos, y ésta es una relación de una de tantas experiencias en dicha
zona. La fecha se ha perdido en el tiempo, pero es lo particular del relato lo
que llama la atención (desde siempre he relegado la naturaleza física del
fenómeno, para detenerme de manera algo imprecisa en la repercusión social del
relato ufológico, cosa que ha hecho de manera más notable y exacta el amigo Andrés
Salvador), pues es uno de esos relatos señeros que, o bien terminan por referir
un suceso recurrente, o bien funciona de punto de partida para nuevos relatos,
en los cuales inferir sobre su veracidad, o no, trasciende largamente lo que me
he propuesto.
Se
sabe que una noche del año 1988, en las cercanías de la ciudad de Chavarría (Departamento de San Roque - Corrientes), un grupo de amigos (Gerardo, Javier, y un
tercer testigo no identificado) acampa en la zona, luego de viajar alrededor de
3 horas desde Curuzú Cuatiá hasta las márgenes del citado río. Como siempre, la
noche transcurre dentro de la esperable monotonía hasta aproximadamente las una
de la madrugada, hora en la que avistan una luz a una altura relativamente baja
respecto del horizonte, y cruzando el cielo en dirección oeste- este. Al grupo
de amigos le llamó poderosamente la atención el fenómeno que acababan de
observar, conjeturando incluso que la luz era demasiado grande como para ser un
satélite artificial o una estrella fugaz (así refieren a la caída y posterior
desintegración de un meteorito sometido a la fricción de las capas de la
atmósfera). Por unos minutos comentan el suceso, para luego volver a
concentrarse en las tareas que los ocupaban aquella noche de verano.
Aproximadamente una hora después del primer avistamiento, dos de ellos deciden
ir a ver las líneas de pesca que habían dejado campo adentro, y fue entonces
cuando una visión los estremeció de una manera que no iban a olvidar el resto
de sus vidas: delante suyo, y a 50 metros de distancia, un objeto cilíndrico,
de aspecto metálico, flotaba a unos escasos 5 metros de altura, despidiendo una
luminiscencia levemente violeta, emitiendo un leve resplandor que no alcanzaba
a iluminar de lleno a los amigos que se detuvieron, boquiabiertos, a verlo
durante un par de minutos. El objeto en cuestión tendría unos 3 metros de
longitud por unos 50 cm. de diámetro (los testigos me lo describieron como
"un enorme tubo fluorescente"), y cuando todo hacía suponer que
mantendría su posición fija sobre el terreno, se desplazó hacia los testigos
con un movimiento giratorio sobre su eje horizontal (ellos hablan de que aquel
tubo fluorescente empezó a realizar una especie de barrido en la zona), hasta
llegar aproximadamente a unos 15 metros de su posición. Luego, y con la misma
lentitud con la que se había acercado, volvía al sitio original para retomar el
barrido en otras direcciones.
"Rio Corriente, en las proximidades de Chavarría"** Crédito: Facultad de Humanidades - Universidad Nacional del Nordeste |
Si esa evolución del objeto se daba de manera más
o menos organizada, o completamente aleatoria, es algo que los testigos no se
quedaron a comprobar, ya que, aterrados, corrieron todos al auto para emprender
una rápida huida. Fue cuando cruzaron un pequeño puente, metros adelante, y
escucharon venir desde abajo del mismo un fuerte rugido que describieron como
muy similar al de un león. Esto los aterró más aún, y obligó al conductor a
pisar el acelerador literalmente hasta el fondo hasta llegar a la ciudad de
Mercedes, distante por carretera a una hora del lugar del avistamiento.
Una
especulación les resultó obvia por aquellos días, y era que aquél objeto
avistado en proximidades del río estaba realizando una búsqueda por la zona,
con el fin de dar con la ubicación de una criatura no identificada que estaba
debajo de aquel puente, y que los testigos no llegaron a divisar, pero si a
escuchar de modo harto escalofriante. Recuerda a otros tantos casos en que un
vehículo aéreo no identificado era avistado junto a una criatura (incluso el
Sasquatch), y por qué no, al avistamiento de OVNIS y criaturas desconocidas en
el resonante caso de Varginha, acaecido en 1997. Similares conjeturas se tejen
alrededor del críptido conocido como "el chupacabras", cuyas
apariciones empiezan a mitad de los años noventa en centroamérica, pero del
cual hay testimonios de su presencia en todo el continente.
Considero
valioso el relato de la experiencia por la credibilidad de los testigos, que
por aquél entonces contaban con alrededor de 20 años, y que, consultados en
muchas ocasiones acerca del suceso, relatan la misma historia sin caer en
evidentes contradicciones. Nos presenta la figura del vehículo no tripulado de
reconocimiento, antes de que sea una constante de los escenarios bélicos en
todo el mundo, antes de que sea considerado incluso, un aporte más al apartado
de los avistajes mal interpretados. Es quizás un caso único en nuestra
provincia, en la que abundan relatos sobre avistamientos en zonas de ríos,
arroyos y esteros. Casos que, al menos en la era moderna de los OVNIS, se
repiten siguiendo este patrón de comportamiento en todo el globo, y que abren
el panorama a muchas y diversas interpretaciones acerca de la naturaleza y
misión de aquellos objetos y sus tripulantes en nuestro ámbito más familiar.
Pero esa, amigos, ya es otra historia.
* Corresponsal de OVNIS en Corrientes en Curuzú Cuatiá - Corrientes
** Imagen a título de ilustración
2 de Diciembre de 2013
* Corresponsal de OVNIS en Corrientes en Curuzú Cuatiá - Corrientes
** Imagen a título de ilustración