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lunes, 7 de septiembre de 2015

PAREIDOLIA: POR QUÉ VEMOS LO QUE NO ESTÁ AHÍ

Texto original: Jean McKinney, Pareidolia: Why We See What Isn’t There, fromquarkstoquasars.com,  August 27, 2015  - Trad. cast. de Andrés Salvador 
Pareidolia: Por qué vemos lo que no está ahí

Una cara feliz en Marte. Crédito de la imagen: NASA - Crédito: fromquarkstoquasars.com

Una nube que se asemeja a un ángel tranquiliza a algunos - y aterroriza a otros. Los atascos de tráfico se extienden por cuadras mientras las personas acuden a ver a la Virgen María en una ventana de baño. Fotos de rocas marcianas se asemejan a personas, ratas y cangrejos viralizandose en un instante.

Ese es el poder de la pareidolia, una peculiar, pero enteramente natural, función del cerebro humano que nos lleva a imponer patrones sobre colecciones aleatorias de imágenes y sonidos.

Del griego para-, “junto a, en lugar de" y eidolon, "imagen, forma," es una antigua habilidad que puede haber beneficiado la supervivencia en el pasado distante, cuando era esencial para buscar [=pick] peligros ocultos en el paisaje. Notablemente, Carl Sagan hizo esta afirmación en su libro de 1995 The Demon-Haunted World – Science as a Candle in the Dark, afirmando que se trata de un fenómeno que resulta de cómo nuestros cerebros interpretan la luz y las sombras (a veces hacen significado de estas características cuando no hay es ninguno).

Formas Familiares en Lugares Extraños

Cuentos de Pareidolia de historias antiguas dríadas arboricolas,  trolls que cuidan jardines y puentes, y los gigantes de piedra. Es lo que nos permite ver las formas en los contornos de las nubes, encontrar una cara en la superficie de la luna, y trazar las constelaciones en el cielo nocturno.

Y mientras que ha estado en existencia por toda nuestra historia, la pareidolia ha pasado de los libros de texto de psicología a la imaginación popular en los últimos años, gracias a la atención de los medios. Tenemos innumerables informes de figuras religiosas vistas en lugares peculiares y un flujo constante de fotografías enviadas por el Curiosity Rover desde la superficie de Marte para inspirar nuestra imaginación.

Ver: La Cara de Marte

 

La pareidolia explica la famosa Virgen María en un sándwich de queso, que se vendió en eBay por $ 28,000, los cereales con la forma del Estado de Illinois subastado por $ 1350, y hasta el muy venerado  el Sudario de Turín, que para muchos observadores refleja la figura de un Cristo crucificado 

Ahora lo ves - Ahora no lo haces

Curiosamente, no todo el mundo experimenta la pareidolia de la misma manera - o en absoluto - y parece que está influenciado por la cultura. Los psicólogos señalan que ver significado en datos aleatorios es más probable entre las personas con fuertes creencias en la religión o lo paranormal. Eso explica el gran número de casos de pareidolia involucrando símbolos o figuras religiosas que van desde esa mencionado Sudario, a avistamientos del dios mono hindú en un árbol de Singapur, y el nombre de Alá en las fotografías del tsunami de 2004 en Asia.

Aunque muchas personas ven la misma imagen, se pueden interpretar de manera diferente. El Hombre en la Luna que cada niño Occidental conoce es el Conejo de la Luna en Asia. Es conocida como el Buffalo, Dragón o la Rana de la Luna en varias otras culturas. Esa es también la razón que pueda discutir con un amigo acerca de qué forma se ve en la mullida nube que pasa rápidamente por encima.

Pareidolia Auditiva

La pareidolia no se limita al ver. La pareidolia auditiva se refiere al fenómeno de encontrar significado en sonidos al azar, como el fenómeno de la voz electrónica que cazadores de fantasmas dicen es evidencia de espíritus hablando desde el más allá. También explica los rumoreados mensajes ocultos en álbunes de música rock y pop, como la creencia entre los fans de los Beatles que ciertas pistas [=tracks]  tocadas [=played] hacia atrás revelaron las palabras "Paul está muerto."

Pareidolia en Arte y Ciencia

Puede parecer que la pareidolia sólo conduce a tontos y algunas veces espeluznantes  y resultados. Pero Psicólogos la explotan a través de pruebas como las manchas de tinta de Rorschach, donde se cree que las formas se observan en las salpicaduras de tinta al azar revelarn el interior del subconsciente de un sujeto. También artistas juegan con pareidolia, creando imágenes que se pueden ver de varias maneras. Pinturas de flores de Georgia O'Keefe, por ejemplo, atropellan a algunos espectadores - y deleitan otros - que ven en ellos las sugerencias de genitales femeninos.

La tendencia del cerebro humano hacia la pareidolia no ha cambiado en miles de años. Esta incluso emigró al mundo digital en la forma de un software de reconocimiento y mapeo facial. E incluso cerebros informáticos pueden ser engañados por lo que ven, encontrando rostros humanos en todo, desde las llaves para puertas de garaje y formaciones rocosas, al igual que hicieron los antiguos. En última instancia, esto demuestra una vez más por qué es necesario cuestionar absolutamente todo.

Nota Traducción castellana de Andrés Salvador (Sujeta a revisión). Las notas entre corchetes son del traductor.

Fuente Jean McKinney, Pareidolia: Why We See What Isn’t There, fromquarkstoquasars.com,  August 27, 2015  - Trad. cast. de Andrés Salvador