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jueves, 12 de mayo de 2016

NO HACER DAÑO A LA VIDA EN MARTE? LÍMITES ÉTICOS DE LA 'DIRECTIVA PRIMARIA'

Texto original: Kelly C. Smith, Do no harm to life on Mars? Ethical limits of the ‘Prime Directive’, theconversation.com, May 11, 2016  - Trad. cast. de Andrés Salvador
Estamos en la búsqueda de la vida - qué hacemos cuando la encontremos?
 NASA/JPL-Caltech/MSSS, CC BY

No hacer daño a la vida en Marte? Límites éticos de la 'Directiva Primaria'

Associate Professor of Philosophy 
& Biological Sciences, Clemson University

El jefe científico de la NASA ha anunciado recientemente que "... vamos a tener fuertes indicios de vida más allá de la Tierra dentro de una década, y creo que vamos a tener una evidencia definitiva dentro de los 20 a 30 años." Tal descubrimiento clasificaría claramente como uno de las más importantes en la historia humana e inmediatamente abriría una serie de complejas cuestiones sociales y morales. Una de las más profundas preocupaciones es sobre el status moral de las formas de vida extraterrestre. Desde que los scholars de humanidades están recién ahora empezando a pensar críticamente acerca de este tipo de preguntas post-contacto, las posiciones ingenuas son comunes.

Tomemos la vida en Marte: no sabemos si hay vida en Marte, pero si ella existe, es casi ciertamente microbiana y se aferran a una existencia precaria en los acuíferos subterráneos. Ella puede o no representar un origen independiente – la vida podría haber emergido primero en Marte y ser exportada a la Tierra. Pero cualquiera sea su status exacto, el prospecto de vida en Marte ha tentado a algunos científicos a aventurarse afuera sobre extremos morales. De particular interés es una posición que etiqueto "Marciomanía." [=Mariomania]

Hay que poner en cuarentena a Marte?

La Marciomanía se remonta a Carl Sagan, que se hizo conocido proclamado
Si hay vida en Marte, creo que no deberíamos hacer nada con Marte. Marte entonces pertenece a los Marcianos, incluso si los Marcianos son sólo microbios.
Chris McKay, uno de los expertos en Marte más destacados de la NASA, va aún más lejos al argumentar que tenemos la obligación de asistir activamente a la vida en Marte, de modo que no sólo sobreviva, sino que florezca:
... La vida Marciana tiene derechos. Tiene el derecho de continuar su existencia, incluso si su extinción beneficiara la biota de la Tierra. Por otra parte, sus derechos nos confieren la obligación de asistirle en la obtención de la diversidad y la estabilidad global.
Para muchas personas, esta posición parece noble porque llama al sacrificio humano al servicio de un ideal moral. Pero, en realidad, la posición Marciomaníaca es demasiado radical para ser defendible ya sea por motivos prácticos o morales.

Rayas abajo de las montañas Marcianas son evidencia de agua líquida corriendo cuesta abajo - y alude a la posibilidad de vida en el planeta. NASA/JPL/University of Arizona, CC BY

Una jerarquía moral: los Terrestres antes que los Marcianos?

Supongamos que en el futuro nos encontramos con que:
  1. Hay (sólo) vida microbiana en Marte.
  2. Hemos estudiado largamente esta vida, para responder a nuestras preguntas científicas más acuciantes.
  3. Se ha convertido en factible intervenir en Marte de alguna manera (por ejemplo, por la terraformación o minería a cielo abierto) esto dañaría significativamente o incluso destruiría los microbios, pero también sería de gran beneficio para la humanidad.

Los Marciomaníacos no dudarían manifestarse en oposición a cualquier tipo de intervención bajo sus banderas "Marte para los Marcianos". Desde un punto de vista puramente práctico, esto probablemente significa que no debemos explorar Marte en absoluto, ya que no es posible hacerlo sin un real riesgo de contaminación.

Más allá de lo práctico, un argumento teórico puede hacer que la oposición a la intervención podría ser en sí mismo inmoral:
  • Los seres humanos tienen una especialmente alto (si no necesariamente único) valor moral y por lo tanto tenemos la obligación no ambigua de servir a los intereses humanos.
  • No está claro si los microbios marcianos tienen valor moral en absoluto (al menos independiente de su utilidad para las personas). Incluso si lo tienen, es ciertamente mucho menor que la de los seres humanos.
  • Las intervenciones en Marte podrían ser de gran beneficio para la humanidad (por ejemplo, la creación de una "segunda Tierra").
  • Por lo tanto: debemos por supuesto buscar un compromiso cuando sea posible, pero en la medida en que nos vemos forzados a elegir de quienes son los intereses a maximizar, estamos moralmente obligados a errar por el lado de los seres humanos.

Obviamente, hay una gran cantidad de sutilezas que no considero aquí. Por ejemplo, muchos expertos en ética preguntan [=question] si los seres humanos tienen siempre un mayor valor moral que otras formas de vida. Los activistas de los derechos animales sostienen que debemos otorgar valor moral real a otros animales ya que, al igual que los seres humanos, ello poseen características moralmente relevantes (por ejemplo, la habilidad de sentir placer y dolor). Pero muy pocos comentaristas reflexivos concluirían que, si nos vemos obligados a elegir entre salvar a un animal y salvar a un humano, debemos lanzar una moneda.

Reclamaciones simplistas de igualdad moral son otro ejemplo de generalización de un principio moral para efecto retórico. Lo que sea uno piense acerca de los derechos animales, la idea de que el status moral de los humanos debería estar por encima de los microbios es lo más cercano a un caso fácil [=slam dunk] cuando se hace en teoría moral.

Por otro lado, hay que tener cuidado ya que mi argumento meramente establece que no puede haber razones morales excelentes para neutralizar los "intereses" de los microbios Marcianos en algunas circunstancias. Siempre estarán aquellos que quieran utilizar este tipo de razonamiento para justificar toda clase de servicio-humano menos [=but]  las acciones inmorales. El argumento que esbozo no establece que a cualquiera deba permitirse hacer lo que quiera a Marte por alguna razón. Por lo menos, los microbios Marcianos serían de inmenso valor para los seres humanos: por ejemplo, como un objeto de estudio científico. Por lo tanto, debemos hacer cumplir un fuerte principio de precaución en nuestras relaciones iniciales con Marte (como un reciente debate sobre las políticas de protección planetaria ilustra).

Para cada pregunta compleja, hay una respuesta simple, incorrecta

La Marciomanía parece ser el último ejemplo de la idea, común entre los [estudiantes] no graduados en su primera clase de ética, que la moral tiene que ver con el establecimiento de reglas muy generales que no admiten excepción. Pero tales versiones ingenuas de ideales morales no sobreviven mucho tiempo en contacto con el mundo real.

A modo de ejemplo, tomemos la "Directiva Primaria" de la serie de televisión "Star Trek":
... Ningún personal de la Flota Estelar puede interferir con el desarrollo normal y saludable de la vida y cultura extraterrestre ... el personal de la Flota Estelar no pueden violar esta Directiva Primaria, ni siquiera para salvar su vida y / o su nave ... Esta directiva tiene prioridad sobre cualquier y todas las demás consideraciones y lleva consigo la más alta obligación moral.
La versión Hollywood de la obligación moral puede ser 
un punto de partida para nuestra discusión ética en el
mundo real.
Como todo buen trekkie sabe, miembros de la tripulación de la Federación hablan de la importancia de la obediencia a la directiva primaria casi tan a menudo como ellos la violan. Aquí, el arte refleja la realidad, ya que simplemente no es posible hacer una regla talla única para todos que identifique el curso correcto de acción en cada situación moralmente compleja. Como resultado, los tripulantes de la Federación estan forzados constantemente a elegir entre desagradables opciones. Por un lado, pueden obedecer a la directiva, incluso cuando esta lleve a consecuencias claramente inmorales, como cuando la Enterprise rechaza curar una plaga que devasta un planeta. Por otra parte, pueden generar razones ad hoc para ignorar la regla, como cuando el capitán Kirk decide que la destrucción de una supercomputadora que corre [=running] una sociedad extraterrestre no viola el espíritu de la directiva.

Por supuesto, no debemos tomar a Hollywood como una guía perfecta para la política. La Directiva Primaria es meramente un ejemplo familiar de la tensión universal entre los ideales  morales muy generales y sus aplicaciones en el mundo real. Veremos crecientemente el tipo de problemas que tal tensión crea en la vida real como la tecnología abra vistas más allá de la Tierra para la exploración y explotación. Si insistimos en declarar ideales morales poco realistas en nuestros documentos de guia, no deberíamos estar sorprendidos cuando los tomadores de decisiones estan forzados a encontrar maneras de resolver ellos. Por ejemplo, la reciente decisión del Congreso de EE.UU. para permitir la minería de asteroides puede ser vista como volar en la cara de los  ideales del "bien común de la humanidad" expresados en el Outer Space Treaty [=Tratado del Espacio Exterior] firmado por todas las Naciones que viajan por el espacio [=space-faring].

La solución es hacer el trabajo duro de la formulación de principios correctos, en el nivel correcto de generalidad, antes que las circunstancias hagan el debate moral irrelevante. Esto requiere lidiar con las complejas compensaciones y difíciles decisiones en una forma intelectualmente honesta, mientras se niega la tentación de poner hacia adelante calmantes, pero poco prácticos tópicos morales. Debemos por tanto fomentar el intercambio reflexivo entre personas con muy diferentes concepciones del bien moral, en orden a encontrar un terreno común. Es hora de esta conversación para comenzar en serio.

Nota Traducción castellana de Andrés Salvador (Sujeta a revisión). Las notas entre corchetes son del traductor. 

Fuente Kelly C. Smith, Do no harm to life on Mars? Ethical limits of the ‘Prime Directive’, theconversation.com, May 11, 2016  - Trad. cast. de Andrés Salvador